En los últimos años, la juventud ha ganado un espacio inédito en la conversación pública global. Desde activismos climáticos hasta iniciativas de innovación social, desde emprendimientos disruptivos hasta liderazgos comunitarios, las nuevas generaciones han demostrado que tienen no solo la energía, sino también la claridad para asumir un rol decisivo en los cambios de época.
En Paraguay, ese protagonismo también empieza a tomar forma. Y lo hace con una identidad propia: con el deseo de construir, de proponer, de articular. No desde la confrontación, sino desde el diálogo. No desde la fragmentación, sino desde la búsqueda de consensos.
Con ese espíritu, el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada (IDPPS) impulsa el Encuentro Juvenil “Acuerdos Ciudadanos para un Futuro Posible”, un evento pensado como un espacio donde jóvenes líderes de distintos sectores puedan debatir, intercambiar ideas y, sobre todo, construir propuestas que reflejen la visión de una nueva generación.
La actividad convocará en Asunción a representantes de diversas organizaciones juveniles con un mismo objetivo: instalar una conversación estratégica y plural sobre los desafíos del país —empleo, educación, sostenibilidad, participación política, tecnología— y avanzar en la formulación de acuerdos concretos que reflejen el pensamiento colectivo de una juventud comprometida.
Este Encuentro no será un fin en sí mismo, sino el punto de partida de algo más grande: un movimiento cívico joven que se proyecta hacia el futuro con una agenda de transformación. Un movimiento que no responde a intereses partidarios ni a estructuras tradicionales, sino a una convicción: Paraguay necesita pensar estratégicamente su porvenir, y no hay mejor momento que ahora, ni mejores actores que quienes lo habitarán.
El IDPPS cree profundamente en el potencial de esta generación. Y cree también que los grandes cambios nacionales comienzan con gestos como este: sentarse a dialogar, a pensar juntos, a imaginar otro futuro. Porque si hay una generación capaz de tender puentes en lugar de levantar muros, es esta.
Y quizás, dentro de unos años, este encuentro sea recordado como el primer paso hacia un gran acuerdo nacional gestado por jóvenes, impulsado por ideas y sostenido por la convicción de que otra política —una que escucha, incluye y construye— es posible.