¡CONCIENCIA DORMIDA!
¿Conciencia nunca dormida? Ese saber concomitante acerca de la existencia psíquica propia y de los estados en que en un momento dado ésta se encuentra; y esa capacidad para conocer los valores, preceptos y leyes morales para aplicarlos al obrar propio, ¿están siempre despiertos?.
¿Conciencia nunca dormida? Ya A. D. Sájarov en su libro Mi país y el mundo decía: “Ningún hombre puede rechazar su parte de responsabilidad en aquellos asuntos de los que depende la existencia de la humanidad”. A esta demanda no es posible responder con un nihilismo banal; pero una vez más, lamentablemente constatamos las manifiestas actitudes de los ciudadanos y de la ciudadanía que traducen un extendido no involucramiento, una no asunción de la porción de responsabilidad, una exculpación generalizada. Esto me hace volver a G. Núñez de Arce, para recordarlo con esta cita “cuando un pueblo la virtud olvida, lleva en sus propios vicios su tirano”.
Y continúo... “Roto el respeto, la obediencia rota, de Dios y de la ley perdido el freno, vas marchando entre lágrimas y cieno, y aire de tempestad tu rostro azota”.
Cuando la conciencia calla, cuando la conciencia duerme, cuando deja de ser delatora, juez y verdugo del culpado, ella pasa a funcionar como instrumento de exculpación, y entonces el ciudadano y la sociedad pierden la capacidad de misericordia y los sentimientos humanos se desfiguran.
Para leer el material completo ingresa al siguiente link: Conciencia Dormida - Dr. José Altamirano
