Las sombras de la relación entre Perú y China: ¿Quién gana y quién pierde?

China se ha convertido en el principal socio comercial de Perú, pero detrás de las grandes inversiones y proyectos de infraestructura, se esconden problemas graves: deuda, contaminación, conflictos sociales y amenazas a la soberanía. ¿Qué está en juego?

Por Instituto Publicado el 09/03/2025 16:53

En los últimos años, China ha incrementado significativamente su presencia en Perú, consolidándose como su principal socio comercial y financiador de grandes proyectos de infraestructura y minería. Sin embargo, más allá del discurso de crecimiento y cooperación, la influencia china en el país ha generado serias repercusiones económicas, ambientales y sociales que ponen en tela de juicio los beneficios reales de esta relación.

📉 Dependencia económica y desigualdad comercial

China se ha convertido en el principal comprador de minerales peruanos y el mayor inversor en sectores estratégicos. Sin embargo, esta dependencia ha generado varias problemáticas:

  • Desigualdad en los acuerdos comerciales: A pesar de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2010, muchas industrias locales han sido golpeadas por la competencia desleal de productos chinos a precios más bajos, afectando la producción nacional.
  • Explotación de recursos naturales sin beneficio equitativo: Las concesiones mineras otorgadas a empresas chinas han generado enormes ganancias para los inversionistas extranjeros, mientras las comunidades locales siguen sin acceso a servicios básicos y desarrollo sostenible.
  • Desbalances económicos: China ha otorgado préstamos multimillonarios a Perú, pero con condiciones que, en muchos casos, favorecen más a los intereses chinos que a los del país andino.

 

🌱 Desastres ambientales y conflicto con comunidades

Las inversiones chinas han dejado una profunda huella en el medio ambiente peruano, generando protestas y conflictos sociales:

  • Contaminación minera en Las Bambas: La explotación minera por parte de la empresa china MMG Limited ha causado la contaminación de fuentes de agua y la destrucción del ecosistema local. Las comunidades han protestado reiteradamente contra la empresa por no cumplir con acuerdos de compensación y mitigación de daños ambientales.
  • Devastación del sector pesquero en Chancay: La construcción del megapuerto de Chancay ha generado serias preocupaciones entre los pescadores locales, quienes denuncian la reducción de sus capturas debido al dragado de la zona y la contaminación del mar.
  • Proyectos fallidos como el alcantarillado en Iquitos: La empresa China International Water & Electric Corp estuvo a cargo de la construcción de un sistema de alcantarillado que resultó defectuoso y con graves problemas de gestión, dejando a miles de ciudadanos sin acceso adecuado a saneamiento.

 

⚠️ Injerencia geopolítica y riesgos de seguridad

El creciente dominio chino en sectores estratégicos de Perú también ha levantado alarmas a nivel geopolítico:

  • Control sobre infraestructuras clave: China no solo invierte en minería, sino también en telecomunicaciones y transporte, lo que genera preocupaciones sobre la soberanía nacional.
  • Posible uso estratégico del megapuerto de Chancay: Analistas han advertido que, además de su propósito comercial, el puerto podría facilitar una mayor presencia china en la región con implicaciones políticas y militares.
  • Falta de transparencia en acuerdos bilaterales: Se han denunciado contratos opacos y falta de supervisión en las concesiones chinas, lo que podría significar una pérdida de control sobre recursos nacionales.

 

¿Qué futuro le espera a Perú?

La creciente influencia de China en Perú ha generado un desarrollo económico desigual, con impactos negativos en el medio ambiente y las comunidades locales. Si bien la inversión extranjera puede ser una oportunidad, Perú debe asegurarse de que los acuerdos sean transparentes, equitativos y beneficien a toda la población, y no solo a las élites económicas y políticas.

 

🔎 Es hora de replantear la relación con China y exigir un modelo de cooperación que respete la soberanía nacional y garantice el bienestar de los peruanos.