Cuenta regresiva: A siete años del colapso eléctrico
A partir de 2024, Paraguay tiene siete años para invertir en infraestructura eléctrica, es decir, impulsar con mayor énfasis toda inversión nacional o extranjera, estatal o privada que permita diversificar la matriz energética; caso contrario, se expondría a un colapso eléctrico. Y esto se vislumbra, en el contexto de la utilización de la máxima potencia instalada proveniente de las centrales de Itaipú, Yacyretá y Acaray al año 2030. La advertencia no es nueva. La situación fue anunciada, años atrás, por el Viceministerio de Minas y Energías (MOPC), sugiriendo que una de las alternativas de solución es la usina de Aña Cuá (en proceso) e, inclusive, la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas internas para evitar el colapso y atender la gran demanda energética prevista que pondrá en riesgo el equilibrio entre oferta y demanda eléctrica.